Según el último estudio de la Universidad de Cambridge, los hijos de padres adolescentes son más propensos a tener problemas de salud que sus
propios padres a edad adulta. La explicación se basa en mutaciones en el
esperma de los jóvenes.
Investigaciones anteriores ya habían determinado que
los padres adolescentes tienen más riesgo de tener niños con autismo, con bajo cociente intelectual, con esquizofrenia o incluso
con espina bífida; sin embargo, el porcentaje de riesgo es bajo en términos
absolutos.
Para su estudio, los científicos analizaron el ADN de más de
24.000 padres y de su descendencia procedentes
de Alemania, Austria, Oriente Medio y África. De los voluntarios, la madre más
joven tenía 10,7 años de edad y la más mayor 52,1 años. En la parte masculina,
el padre más joven tenía 12,1 años y el más mayor 70,1 años.
El análisis de los datos reveló que las células de esperma
de los padres adolescentes tenían aproximadamente seis veces más mutaciones que
los óvulos de las madres adolescentes; además contaban con un
30% de más mutaciones que las células de esperma de los padres más mayores (a
partir de 20 años).
Aún no está claro por qué se producen estas mutaciones
en el esperma de los adolescentes y se
tiene conocimiento de que existen cerca de 1,5 nacimientos con patologías de
salud en la población general por lo que entre los padres adolescentes
representará que un 2% de sus hijos que nacerá con problemas.
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