miércoles, 4 de marzo de 2015

Síndrome hemolítico urémico

El síndrome hemolítico urémico (SHU) es un trastorno de la microvasculatura, clínicamente definido por anemia hemolítica microangiopática (negativa en el test de Coombs), trombocitopenia, e insuficiencia renal aguda. Las lesiones subyacentes están mediadas por un proceso de microangiopatía trombótica (MAT) sistémica que afecta preferentemente a los vasos renales, produciendo un daño endotelial (Primer episodio de la patogenia del SHU) produciendo engrosamientos e inflamación de la pared, junto con desprendimiento de la membrana basal glomerular. Como resultado se producen microtrombos de plaquetas y fibrina, que ocluyen las arteriolas y los capilares renales. Los órganos más afectados son los riñones, pero también puede afectar a otros como el cerebro, hígado, corazón, pulmones y sistema gastrointestinal. Las primeras 48 horas son decisivas en la identificación de la patología y la aplicación de las terapias actuales más apropiadas en cada caso.

Tradicionalmente, pueden distinguirse dos formas de SHU. La forma más frecuente (en el 90% de los casos) se denomina SHU clásico o típico y se asocia con diarrea provocada por infección por Escherichia Coli. La mayoría de los pacientes con SHU-típico evolucionan satisfactoriamente al cabo de 2-3 semanas.

El 10% de casos restantes presentan el SHU atípico. Es una enfermedad ultra-rara, (con una prevalencia de 2 casos por millón de habitantes por año), grave y de mal pronóstico, ya que pese al tratamiento estándar, frecuentemente evoluciona a la insuficiencia renal crónica terminal, con elevada mortalidad. Más del 50 % de los pacientes con SHUa fallecen, requieren diálisis o presentan daño renal permanente durante el año siguiente al diagnóstico

En este tipo, los fenómenos de MAT son consecuencia de la pérdida de regulación de la vía alternativa del complemento sobre las superficies celulares de causa genética.
En los últimos años, se ha establecido el papel clave que desempeña el sistema del complemento en la inducción de daño endotelial en los pacientes con SHUa, mediante la caracterización de múltiples mutaciones y polimorfismos en los genes que codifican determinados factores del complemento.
Los recientes avances en la caracterización del componente genético del SHUa (incluyendo la identificación de múltiples mutaciones y polimorfismos en los genes que codifican ciertas proteínas del complemento) han permitido establecer que el daño endotelial producido por el complemento es un factor crítico de la fisiopatología de la enfermedad y postular que la inhibición del complemento es una opción terapéutica en estos pacientes.
 En 2011 las agencias reguladoras aprobaron en Estados Unidos y Europa la indicación de Eculizumab, un anticuerpo monoclonal humanizado que actúa inhibiendo la activación del C5 y bloqueando la generación de anafilotoxina proinflamatoria C5a y la vía lítica del complemento (causante de la lisis celular), para el tratamiento del SHUa. En estudios prospectivos en pacientes con SHUa, Eculizumab ha demostrado interrumpir eficazmente el proceso de MAT y sus consecuencias, asociándose a largo plazo con significativas mejorías hematológicas y de la función renal.
Antes de la aparición de esta nueva terapia farmacológica. Las principales opciones de tratamiento eran:

-       Tratamiento con plasma: Los tratamientos con plasma han sido la forma más común de abordaje. El plasma donado se transfunde a un paciente con SHUa, o bien se le realiza plasmaféresis. Esto no trata la base de la enfermedad y puede provocar complicaciones en los pacientes.
-  Diálisis: Cuando los riñones de un paciente con SHUa dejan de funcionar temporal o permanentemente, se puede utilizar la diálisis como un reemplazo de la función renal, aunque no está libre de complicaciones.

-   Trasplantes: El trasplante de riñones se aconseja para los pacientes con insuficiencia renal permanente. 

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