martes, 12 de julio de 2016

Valorar el estado de consciencia

La situación que va a desencadenar la alarma, y por tanto la sospecha
de alteración de las funciones vitales, es la presencia de una
persona con pérdida brusca de consciencia. Para verificarlo hay que
sacudirle suavemente por los hombros y preguntarle gritando si se
encuentra bien

Paciente consciente
Si se obtiene algún tipo de respuesta o se percibe algún movimiento
(paciente consciente), pedir ayuda inmediatamente a alguien cercano
y se iniciará la evaluación secundaria, moviendo lo menos posible
al afectado para evitar el agravamiento de posibles lesiones o alteraciones
existentes (Ver Imagen 3). Se controlarán periódicamente las
constantes vitales de la víctima. Alertar a los servicios de emergencias
médicas si se considera necesario.

Paciente inconsciente
En caso de no haber obtenido respuesta (paciente inconsciente) gritar
pidiendo ayuda a alguien cercano. Situar a la víctima en decúbito
supino, con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo y manteniendo
la alineación cabeza-tórax al moverlo.
La persona que explore a la víctima se situará a un lado de ésta,
de rodillas a la altura del hombro del paciente, lo que permitirá efectuar
todas las acciones sin modificar su posición.

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