miércoles, 28 de diciembre de 2016

ANTICOAGULANTES

antiguo. Se dividen en dos grandes grupos:
1) Heparina no fraccionada (HNF): con peso molecular entre
5.000 y 30.000 daltons. La heparina sódica pertenece a este
grupo y se utiliza habitualmente por vía intravenosa.
2) Heparinas de bajo peso molecular (HBPM): extraidas a
partir de las anteriores. Peso molecular comprendido entre
4.000 y 6.000 daltons. La más utilizada es la enoxaparina.
Todas las HBPM se administran por vía subcutánea excepto en
hemodiálisis que se pueden administrar en bolos intravenosos.
También se utiliza la nadroparina y la tinzaparina.
El efecto de las heparinas y de la HNF depende de la presencia en
sangre de un anticoagulante natural llamado antitrombina III (AT-III),
con el que forma un complejo y al que potencia entre 50 y 100 veces
su actividad anticoagulante. Esta actividad consiste en inhibir la acción
de la trombina (II) y el factor X-activado, bloqueando así dos nudos
importantes de la cascada de la coagulación. Es imprescindible que en
plasma haya antitrombina III.
Las heparinas se dosifican en miligramos y en Unidades
Internacionales (UI) indistintamente, lo que obliga a conocer las formas
de conversión entre ambas unidades.
En el caso de la HNF, 1 mg equivale a 100 UI. Existen dos
presentaciones, con concentraciones al 1 % y al 5 %.
Es necesario realizar un control analítico para conseguir un
alargamiento del TTPA que se corresponda con niveles terapéuticos y
evitando complicaciones hemorrágicas.

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