martes, 14 de febrero de 2017

Sedantes e hipnóticos y ansiolíticos.

A este grupo pertenecen todos aquellos fármacos capaces de inducir
y mantener el sueño sin llegar a producir un efecto anestésico.
No existe ningún fármaco hipnótico ideal que sea capaz de inducir el
sueño de forma rápida sin modificar el patrón normal del mismo, efecto
residual de su uso e inducir a tolerancia y dependencia.
Las benzodiacepinas son los fármacos de elección en el tratamiento
de la ansiedad, antes de su uso se hace necesario un diagnóstico
diferencial del origen de la ansiedad.
Podemos clasificar los fármacos hipnóticos en:
- Benzodiacepínicos: presentan efecto hipnótico-sedante, según
los tiempos de eliminación y metabolización del fármaco pueden
ser: de acción muy corta < 6 horas (midazolam); de acción
corta 6-14 horas; de acción intermedia 12-14 horas y de acción
larga > 24 horas (diazepam, ketazolam y cloracepato). Las
benzodizapinas poseen acción ansiolítica, anticonvulsionante,
sedantes-hipnóticas y miorrelajantes.
- No benzodiacepínicos: su acción se centra en las propiedades
sedantes-hipnóticas.
- Otros psicofármacos con acción sobre el sueño: destacar entre
los antidepresivos que el efecto hipnótico de los mismos es el
resultado de su acción sedante.

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