domingo, 22 de febrero de 2015

Análisis Transaccional en la Comunicación

El análisis transaccional fue creado como técnica de ayuda para dichas ciencias, por el psiquiatra Eric Berne. Es ideado en principio para su uso en psicoterapia, pero se puede aplicar a cualquier ámbito de trabajo con otras personas. Surge como una psicología social en un contexto donde predominaba un enfoque individual, como en el psicoanálisis o el conductismo.
Podemos definirlo como una toma de posición en cuanto al ser humano, un sistema teórico de la personalidad e intercambios sociales, o como un conjunto de técnicas de cambio

     Análisis estructural y funcional de la personalidad.
La Personalidad se define como el modo habitual por el cual una persona piensa, siente, habla, y actúa para satisfacer sus necesidades. Además la personalidad se modifica a lo largo de la vida por distintas circunstancias.
Siguiendo un análisis estructural, podemos distinguir tres estados de la personalidad:
-          El Padre: recoge una serie de comportamientos que reflejan las figuras parentales que influyeron en nuestra propia infancia. Es un sistema de emociones acompañado de patrones de conducta repetitiva. Representa lo que se debe hacer, normas y mandatos.
A su vez, podemos dividir esta figura en dos variantes distintas:
o   Padre Crítico: caracterizado por la firmeza, el control y orden dentro de límites adecuados, aunque predominan los prejuicios y desvalorización.
o   Padre Nutricio: se caracteriza por la comprensión, apoyo, y protección extrema.
-          El Adulto: Incluye una serie autónoma de sentimientos y pautas conductas adaptadas a la realidad, no son replicas. Usa la razón para almacenar datos, adaptarlos, y después reaccionar. Representa lo que conviene hacer.
Según los comportamientos observables podemos clasificarlo como:
o   Adulto bajo: el que realiza tareas mecánicas.
o   Adulto medio: es el repetitivo intelectivo, que cumple con las tareas indicadas.
o   Adulto alto: es el analítico.
-          El Niño: conjunto de sentimientos y actitudes propios que son reliquias de la infancia. Representa lo que le gusta hacer, emociones, placer, ideas irracionales…
Según su comportamiento, podemos encontrar varios patrones:
o   Niño libre: es aquel que no se ha adaptado y se caracteriza por su creatividad, curiosidad y vivacidad.
Si se corta esa libertad da lugar a un comportamiento adaptado, dividido en:
o   Niño sumiso: es obediente, disciplinado y a veces desvalorizado.
o   Niño rebelde: es opositor, desafiante, provocador…

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