Dormir es imprescindible para nosotros, pero
también para nuestro cerebro. Un equipo de científicos ha resuelto en su último
trabajo que, la falta de sueño repercute en el cerebro acelerando su
envejecimeinto y disminuyendo su volumen.
Las conclusiones del estudio, detallan un experimento con 147 adultos de entre 20 y 84 años de edad a los que examinaron minuciosamente
con objeto de comparar sus dificultades con el sueño con el volumen cerebral.
Así, los participantes pasaron por pruebas de resonancia magnética cada
3,5 años y completaron un cuestionario sobre hábitos de sueño.
Los resultados revelaron que las
dificultades para conciliar el sueño estaban relacionadas con un descenso mucho
más rápido de lo normal del volumen general del cerebro, siendo mucho más
grave en las personas mayores de 60 años.
“Aún no se sabe si la mala calidad del
sueño es una causa o una consecuencia de los cambios en la estructura del
cerebro. Hay tratamientos eficaces para los trastornos del sueño, por lo que, en investigaciones futuras, habría que comprobar si la mejora de la calidad del sueño puede reducir
la tasa de pérdida de volumen cerebral. Si es así, la mejora de los hábitos de sueño puede ser un medio
importante para mejorar la salud del cerebro”, afirma el líder del estudio.
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