lunes, 13 de abril de 2015

Malformación arteriovenosa cerebral

Es una conexión anormal entre las arterias y las venas en el cerebro que por lo general se forma antes de nacer. También se le denomina MAV cerebral.
Causas
Se desconoce la causa. La afección ocurre cuando las arterias en el cerebro se conectan directamente con las venas cercanas, sin tener capilares entre ellas.
Las malformaciones arteriovenosas varían en tamaño y ubicación en el cerebro, tiene una prevalencia de menos de un 1%, y aunque esté presente desde el nacimiento pueden aparecer los síntomas a cualquier edad.
Una ruptura de una malformación arteriovenosa suele ocurrir debido a la presión, de esta forma la sangre escapa de los vasos reduciendo la circulación por el cerebro. Algunos pacientes con una MAV también tienen aneurismas cerebrales.
Síntomas
Los primeros síntomas son similares a los de un accidente cerebrovascular causado por el sangrado dentro del cerebro:
Tratamiento
Encontrar el mejor tratamiento para una MAV que se detecta medianto alguno de estos exámenes, pero que no está causando ningún síntoma, puede ser difícil. El médico analizará: El riesgo de que la MAV se rompa (si esto sucede, puede haber daño cerebral permanente), y el riesgo de un tratamiento quirúrgico.
Una malformación arteriovenosa sangrante es una emergencia. El objetivo del tratamiento consiste en prevenir futuras complicaciones controlando las convulsiones y el sangrado y, de ser posible, eliminando la MAV.
Hay disponibilidad de tres tratamientos quirúrgicos y algunos de ellos se usan juntos.
-       La cirugía cerebral abierta: elimina la conexión anormal a través de una abertura hecha en el cráneo.

-       Embolización (tratamiento endovascular): Se pasa un catéter hasta los pequeños vasos sanguíneos en el cerebro donde está localizado el aneurisma, y se inyecta una sustancia dentro para detener el flujo sanguíneo dentro de la MAV y reducir el riesgo de sangrado.
-       Radiocirugía estereotáctica: Liberación de radiación muy focalizada sobre la malformación parafavorecer su cicatrización y reducción. Es muy útil para las pequeñas malformaciones profundas, difíciles de extirpar por cirugía.
Pronóstico
Aproximadamente una de cada 10 personas cuyo primer síntoma es el sangrado cerebral excesivo morirá. Algunos pacientes pueden presentar crisis epilépticas y problemas del cerebro y del sistema nervioso permanentes.

Las malformaciones arteriovenosas que no causan síntomasalrededor de los 50 años de edad tienen mayor probabilidad de permanecer estables y no suelen ser sintomáticas.

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