La Gastrostomía Endoscópica Percutánea (P.E.G.), es
una técnica endoscópica no quirúrgica, para la colocación de un tubo de
alimentación transabdominal, como alternativa a la gastrotomía quirúrgica.
Es considerada, por muchos autores, como el
tratamiento de elección en enfermos que requieren una alimentación enteral
prolongada. Debe ser indicada en el momento en que se sabe que la patología que
padece el paciente requerirá un período largo de alimentación enteral (más de
un mes)
La disfagia, de cualquier origen, constituye un
impedimento para la alimentación del paciente que la padece. Era preciso
colocar una sonda nasogástrica (SNG) que presenta múltiples inconvenientes:
necesidad de sustitución periódica, incomodidad para el paciente y su familia
lo que lo hace mal tolerado. Dificulta la reeducación foniátrica y aún deglutoria, imposibilita la
movilización activa del cliente y disminuye la comunicación. La permanencia
prolongada de ésta provoca irritación faríngea y esofágica, lesiones por
presión en nariz, esófago inferior y cardias y reflujo gastroesofágico por
mantener abierto el esfínter esofágico inferior
La gastrostomía cuenta como ventajas, la posibilidad
de permanencia del tubo de gastrostomía por largo tiempo, una gran aceptación
por el cliente (el tubo puede ser ocultado debajo de la ropa en aquellos que
tienen una vida social activa), y un fácil manejo del personal al cuidado de
los clientes. Finalmente, si el individuo sorteara la condición que llevó a la
indicación de alimentación enteral la gastrostomía podría ser retirada y la
fístula gastro-cutánea cicatrizaría en poco tiempo.
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