martes, 27 de septiembre de 2016

Monitorización electrocardiográfica

La primera persona disponible debe proceder, sin pérdida de tiempo,
mientras se van completando los pasos iniciales, a la monitorización
electrocardiográfica directa con las palas del desfibrilador.
El paro cardiaco es el cese de la actividad mecánica del corazón,
confirmada por la ausencia de pulso detectable, pérdida de consciencia
y apnea. Puede estar asociado a uno de los siguientes ritmos reconocidos
a efectos de reanimación:
4Ritmos desfibrilables:
8Fibrilación Ventricular (FV): presencia de actividad eléctrica
ventricular totalmente desorganizada, sin pulso arterial palpable.
8Taquicardia ventricular sin pulso (TVsp): actividad eléctrica
ventricular organizada, pero ineficaz bajo el punto de vista
hemodinámico (ausencia de pulso arterial).
4Ritmos no desfibrilables: entre los que destacan la asistolia y la
disociación electromecánica.
Habrá que mantener la monitorización electrocardiográfica durante
toda la reanimación y modificar la actuación según los trazados que
ésta aporte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario