jueves, 15 de septiembre de 2016

Reanimador manual

Consta de una bolsa autohinchable provista de una válvula que se
ajusta a una mascarilla y que permite el paso del aire en una sola
dirección. La mascarilla debe ser transparente para detectar posibles
regurgitaciones (Ver Imagen 2).
Con este sistema se puede ventilar con una concentración de oxígeno
del 21%, del 65% si se le conecta una entrada de oxígeno con un
alto caudal, y del 100% prácticamente, si además de la toma de oxígeno
se le aplica una bolsa reservorio o se tapona la entrada de aire
ambiente. La ventilación sin oxígeno suplementario será con un volumen
de aire en cada ventilación de 10 ml/kg (700 a 1.000 ml) impulsados
durante 1 segundo (clase IIa). Sin embargo, cuando la concentración
de oxígeno sea superior al 40% el volumen en cada ventilación
debe ser de 6 o 7 ml/kg (400 a 600 ml) durante 1 segundo (clase IIb).
El mayor inconveniente de este sistema es la adecuada fijación de
la mascarilla a la cara del enfermo manteniendo la apertura de la vía
aérea que deberá conseguirse con una sola mano mediante la triple
maniobra. Ante esta dificultad se acepta que un reanimador fije la
mascarilla a la cara y otro accione la bolsa.
El proceso de su manejo es el siguiente: con el reanimador detrás
de la cabeza de la víctima, se mantendrá la hiperextensión mediante la
tracción realizada con los dedos cuarto y quinto de la mano izquierda
colocada por debajo de la mandíbula, mientras que los dedos segundo
y tercero fijan fuertemente la posición de la mascarilla con ayuda del
pulgar. La mano derecha dará las insuflaciones. Durante toda la ventilación
manual es fundamental mantener en hiperextensión la cabeza
del paciente y, si es posible, colocar una cánula de Guedell.

No hay comentarios:

Publicar un comentario