lunes, 12 de septiembre de 2016

Cánulas orofaríngeas

Son vías rígidas que introducidas en la vía aérea superior, facilitan
la eliminación de secreciones y ayudan a mantenerla permeable (por sí
solas no mantienen la vía aérea abierta, siendo necesaria todavía una
ligera extensión cervical). Son únicamente vías provisionales, de uso
breve y deben sustituirse por un aislamiento definitivo de la vía aérea
en cuanto sea posible.
Su correcta utilización hace necesario seleccionar un tamaño adecuado
para cada paciente de entre los existentes, para ello se pondrá
la cánula sobre la mejilla de la víctima entre la comisura bucal y el
trago del oído; se elegirá la cánula que toque estos dos extremos
(comisura bucal y trago del oído).
Una vez elegida, se implantará descendiendo la lengua con los
dedos o con un depresor o bien introduciéndola con la concavidad
hacia el paladar y rotándola después en el interior de la boca 180O
hasta su correcta posición. Esta técnica no se recomienda en niños
pequeños y se contraindica en caso de lesiones en el paladar.
La vía aérea orofaríngea más conocida y utilizada es la cánula de
Guedell, consistente en un tubo hueco que se adapta a la forma del
paladar desde los labios a la faringe.
Existen otros tipos de cánulas orofaríngeas entre las que destacan
la cánula de Berman y el dispositivo COPA. En la primera existen dos
acanaladuras laterales por las que el aire pasa, la segunda es una
cánula tipo Guedell, con la variante de disponer de un balón que permite
el correcto posicionamiento de la lengua y la epiglotis a la vez que
impide la pérdida de mezcla de gases (Ver Imagen 1).

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