Un equipo de investigadores del Centro
Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas (EE.UU.) ha identificado ocho señales físicas
y cognitivas muy específicas asociadas con la muerte inminente en pacientes con
cáncer.
Conocer que la muerte de un paciente es
inminente puede tener importantes implicaciones de cara a la práctica clínica y, de cara a las familias, puede
ayudar a estas y a sus cuidadores a tomar decisiones más acertadas y
consecuentes.
En el pasado, se realizaron estudios
que trataban de entender los signos asociados con la muerte inminente. Con
nuestro estudio, se observó una lista de signos o señales en los pacientes
desde el momento en que fueron admitidos en la unidad de cuidados paliativos. Fueron
observados sistemáticamente dos veces al día, sin saber si el paciente moriría o
iba a ser dado de alta.
Los investigadores observaron a 357
pacientes con cáncer; de todos ellos, el 57% murió. Del análisis sistemático de
los pacientes, 8 síntomas concretos fueron identificados en todos los que murieron en un
plazo de tres días.
Las 8 señales en cuestión son: pupilas no
reactivas, disminución de la respuesta a los estímulos verbales; disminución de
la respuesta a los estímulos visuales; incapacidad para cerrar los párpados;
caída del pliegue nasolabial; hiperextensión del cuello; “gruñidos” de las
cuerdas vocales y hemorragia digestiva alta.
Cuando los pacientes con cáncer llegan
a los últimos días de vida, este es un momento muy emocional para las familias.
Sabiendo que la muerte es inminente proporcionaría más información para que los
médicos puedan planificar adecuadamente. Para los médicos, tener esta información podría ayudar a tranquilizar a
las familias y ofrecer la mejor atención posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario