viernes, 22 de abril de 2016

Administración de las vacunas

El acto vacunal se podría definir como el conjunto de procesos, protocolos y técnicas
que se aplican desde el momento en el que entramos en contacto con el receptor
vacunal hasta que se administra la vacuna y finalizamos el proceso. Incluye las
actividades prevacunales y postvacunales que tienen como objetivo garantizar la
correcta realización y conseguir un alto grado de calidad en las inmunizaciones.
El acto vacunal lo podemos dividir en tres fases: la fase previa a la vacunación, la
administración de la vacuna y la fase postvacunal.
4.1 Fase previa a la vacunación
Incluye la formación del personal, la preparación del paciente, la realización de la
encuesta prevacunal y la preparación del material necesario.
• Es imprescindible para conseguir la máxima calidad del proceso que todos los
profesionales de enfermería contemos con un conocimiento exhaustivo de las
vacunas disponibles, contraindicaciones, indicaciones, precauciones de uso,
las técnicas y vías de administración, zonas de inyección...etc.
• Antes de vacunar debemos conocer el estado del paciente y revisar su cartilla
de vacunación o documentos que acrediten su estado de inmunización.
Verificaremos si tiene todas las vacunas correspondientes a su edad y
comprobaremos los datos que nos aporta con los existentes en los registros del
centro. Debemos cerciorarnos de que las vacunas reflejadas en la cartilla del
paciente estén recogidas en la base de datos del centro, con el fin de
mantenerlo actualizado, paliar el posible infrarregistro, y a la hora de explotar
los datos, que sean lo más fiables posibles. No hay que olvidar que hay que
aprovechar cualquier contacto del paciente para actualizar su estado vacunal.
• Realizaremos una encuesta prevacunal detectando posibles incompatibilidades
y valorar si es apto en la vacunación. Para ello, debemos valorar la existencia
de: reacciones adversas en dosis previas de vacunas, presencia de
enfermedad infecciosa, administración reciente de inmunoglobulinas, plasma o
sangre, existencia de alteraciones inmunitarias, hipersensibilidad a la vacuna o
a algún componente de la misma, embarazo y patología neurológica.
• Una vez realizada la encuesta prevacunal, es importante informar sobre los
riesgos y beneficios de la vacunación al paciente. En el caso de la vacunación
infantil a su padre o madre, con un lenguaje claro y sencillo, informando de los
posibles efectos secundarios y como deben actuar ante ellos, incidiendo
siempre en los grandes beneficios que proporcionan las vacunas. En el caso
de los escolares y adolescentes además de informar a los padres, se les debe
explicar el proceso y el porqué utilizando una terminología sencilla y clara
adaptada a su edad. Dejar un tiempo para preguntas y comentarios y
proporcionar intimidad. Es posible que ofrezcan resistencia, en ese caso, no
favorecer la discusión y actuar seriamente.

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