martes, 19 de abril de 2016

Falsas contraindicaciones

En ocasiones la falta de conocimientos, el miedo o una mala interpretación ha llevado
a contraindicar de manera incorrecta la vacunación a potenciales receptores. Las
falsas contraindicaciones no solo conllevan retrasos en la correcta inmunización, si no
que favorece la propagación de creencias e ideas erróneas en nuestra sociedad
creando obstáculos en la inmunidad de grupo. Es necesario un adecuado
conocimiento de las verdaderas contraindicaciones o precauciones para evitar
oportunidades perdidas de vacunación. Algunas de las falsas contraindicaciones más
habituales son:
• Enfermedad aguda benigna leve como: proceso catarral, otitis media aguda o
diarrea en un niño sano. Las enfermedades febriles más importantes sí
justifican, en general, el retraso de la vacunación. Así se evita que la reacción
vacunal, si se produce, pueda agravar la enfermedad de base o que pueda
considerarse como una reacción secundaria a la vacuna algo debido a la
enfermedad de base.
• Reacción no anafiláctica a una dosis previa de la vacuna.
• Tratamiento con antibióticos en ese momento o en fase de convalecencia de
una enfermedad leve.
• Embarazo de la madre del niño que se va a vacunar, o que el niño esté en
contacto estrecho con otras embarazadas.
• Prematuridad. El niño prematuro seguirá el mismo calendario vacunal y la
misma dosificación que los niños recién nacidos a término,
independientemente de su edad de gestación, peso al nacimiento o peso en el
momento de la vacunación, excepto la vacuna de la hepatitis B en hijos de
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madres seronegativas que se administrará cuando el recién nacido alcance un
peso superior a los 2.000grs.
• Lactancia materna. La lactancia no afecta de modo negativo a la inmunización,
ni tampoco es una contraindicación para vacunarse.
• Alergia al huevo y vacuna Triple Vírica: Las vacunas triple vírica, se obtienen
mediante cultivos en fibroblastos de embrión de pollo, por lo que pueden
contener trazas de proteínas de huevo. Sin embargo, la cantidad de
ovoalbúmina incluida en la vacuna es tan pequeña que se encuentra por
debajo del dintel necesario para provocar reacciones de hipersensibilidad, en
los niños alérgicos al huevo.
Diversos estudios han demostrado que la vacuna es segura en niños con
alergia al huevo y las recomendaciones de julio de 2011 del Comité Asesor de
vacunas es que “Todos los niños, incluidos los que tienen alergia al huevo con
antecedente de anafilaxia, se pueden vacunar en sus centros de vacunación
habituales” y nos recuerda que al igual que con el resto de las vacunas,
deberán permanecer en el Centro durante un periodo de 30 minutos después
de recibir la vacuna y que los centros deben disponer de un equipo de RCP
para dar respuesta inmediata a acontecimientos adversos tales como una
reacción anafiláctica.
• Antecedentes de alergia a los antibióticos contenidos en las vacunas, salvo si
la reacción alérgica que presentó fue de tipo anafiláctico.
• Antecedentes familiares de reacciones graves a determinadas vacunas
• Administración concomitante de tratamientos de desensibilización.
• Vacunación en meses de verano o altas temperaturas.
• Enfermedades crónicas de corazón, pulmón, hígado, riñón, diabetes...etc.
• Vacunas inactivadas en pacientes inmunocomprometidos.
• Enfermedad neurológica conocida, resuelta y estabilizada.

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